miércoles, septiembre 27, 2006

Memoria de mis putas tristes

El pasado lunes, haciendo tiempo con unos amigos, entramos en una libreria, y este libro volvió a aparecer, despues del tiempo que llevaba escondido en mi memoria. Ella me preguntó sobre el argumento del libro, y apenas pude responder, puesto que soy "miss spoiler". Ahora, despues de haber rerereleido esta pequeña reseña, lo cuelgo con la esperanza de no haber escrito mas de lo que debia, pues este libro es para ir descubriendolo por uno mismo:

Extraordinaria, excelente obra del maestro colombiano, Gabriel García Márquez, el monstruo de la literatura, un eterno ya en el buen escribir, sin duda uno de los mejores autores aún vivos de la literatura, el que sabe poner la justa medida del tiempo, el que sabe tejernos un enjambre, urdido en su mente, y su excelsa manera de irlo poniendo en claro y rematando con maestría, con el dominio del lenguaje escrito.

Veamos algunos extractos de su obra: "El año de mis noventa años quise regalarme una noche de amor loco con una adolescente virgen. Me acordé de Rosa Cabarcas, la dueña de una casa clandestina que solía avisar a sus buenos clientes cuando tenía una novedad disponible. Nunca sucumbí a ésa ni a ninguna de sus muchas tentaciones obscenas, pero ella no creía en la pureza de mis principios. También la moral es un asunto de tiempo, decía, con una sonrisa maligna, ya lo verás. Era algo menor que yo, y no sabía de ella desde hacía tantos años que bien podía haber muerto. Pero al primer timbrazo reconocí la voz en el teléfono, y le disparé sin preámbulos:
-Hoy sí."

El nonagenario escritor de una columna en el diario local, El Diario de la Paz, en Colombia, en donde, joven el autor, hizo sus primeros escarceos en el periodismo. De nombre Mustio Collado, como le llamaban sus alumnos. Además crítico musical y maestro de gramática, sintiéndose ya cerca de su vejez física, y que cada día se aproximaba mas a la muerte, renace en juventud, a los deseos de demostrarse a si mismo, que todavía estaba allí, que todavía podía.

Para conseguir lo que el llama "una noche de amor loco, con una joven adolescente virgen" , contacta con una antigua amiga suya, madame profesional que regenteaba putas en los locales de moda de su época, Rosa Cabarcas, para que le consiga entre sus muchachas, la que el deseaba.

"No había escapatoria. Entré en el cuarto con el corazón desquiciado, y vi a la niña dormida, desnuda y desamparada en la enorme cama de alquiler, como la parió su madre. Yacía de medio lado, de cara a la puerta, alumbrada desde el plafondo por una luz intensa que no perdonaba detalle. Me senté a contemplarla desde el borde de la cama con un hechizo de los cinco sentidos. Era morena y tibia. La habían sometido a un régimen de higiene y embellecimiento que no descuidó ni el vello incipiente del pubis. Le habían rizado el cabello y tenía en las uñas de las manos y los pies un esmalte natural, pero la piel del color de la melaza se veía áspera y maltratada. Los senos recién nacidos parecían todavía de niño varón pero se veían urgidos por una energía secreta a punto de reventar. Lo mejor de su cuerpo eran los pies grandes de pasos sigilosos con dedos largos y sensibles como de otras manos. Estaba ensopada en un sudor fosforescente a pesar del ventilador, y el calor se volvía insoportable a medida que avanzaba la noche. Era imposible imaginar cómo era la cara pintorreteada a brocha gorda, la espesa costra de polvos de arroz con dos parches de colorete en las mejillas, las pestañas postizas, las cejas y los párpados como ahumados con negrohumo, y los labios aumentados con un barniz de chocolate. Pero ni los trapos ni los afeites alcanzaban a disimular su carácter: la nariz altiva, las cejas encontradas, los labios intensos. Pensé: Un tierno toro de lidia."

Alli estaba ante su vista y su presencia, lo que el buscaba, lo que el quería.. ¿como actuaría, que desenlace tendría tal momento? Esta novela en especial es de las que más vale irlas descubriendo por uno mismo, irla recorriendo poco a poco, son de las novelas que si te das la oportunidad de leerla, la terminas en un abrir y cerrar de ojos, ademas por cierto, que es una novela corta. La devoras tan rápido, que te quedas con las ganas de seguir leyendo.

Y ya para rematar, éste párrafo, lleno de verdad, supongo:

"Mi edad sexual no me preocupó nunca, porque mis poderes no dependían tanto de mí como de ellas, y ellas saben el cómo y el porqué cuando quieren. Hoy me río de los muchachos de ochenta que consultan al médico asustados por estos sobresaltos, sin saber que en los noventa son peores, pero ya no importan: son riesgos de estar vivo. En cambio, es un triunfo de la vida que la memoria de los viejos se pierda para las cosas que no son esenciales, pero que raras veces falle para las que de verdad nos interesan. Cicerón lo ilustró de una plumada: No hay un anciano que olvide dónde escondió su tesoro."

2 comentarios:

clarig dijo...

Magnifico libro, como todo lo que escribe el genial escritor Gabriel García Márquez.
Muchas gracias por tu ayuda.

La bailarina boxeadora dijo...

Ah, ya veo que te sirvió de algo lo que te puse.